Lo sabemos. Poner gotas es de lo más complicado. Especialmente en los ojos porque claro, lo ven todo y no les gusta. En este post vamos a explicar cómo hacerlo. Pero hay algo que puede suponer un gran cambio y queremos explicarlo antes de continuar (por si todavía estás a tiempo): tócalo mucho cuando es un cachorro. Revisale las orejas de manera habitual, abrele la boca y mirale los dientes, cógele las patas… En definitiva, acostumbrale a que lo manipulen. Lo agradecerás cuando sea mayor y le tengas que administrar un tratamiento. Y tu veterinario también lo tendrá mucho más fácil.
Conoces a tu perro. Si es de los difíciles tómatelo con calma. Sabes que vas a tardar un ratito, vale. Pues nada, despacio y con cariño ¡Y no te olvides de felicitarlo y darle un premio al terminar!
Cómo poner gotas
- Tranquilo/a. Sabes que detecta tu estado de ánimo. Si te pones nervioso/a lo sabrá y será más difícil.
- Lee las instrucciones
- Limpiale alrededor del ojo con una gasa humedecida con suero fisiológico
- Con una mano coge el bote. Con la otra sujeta la cabeza de tu perro (por el lateral – debajo el morro)
- Inclina su cabeza atrás y con los dedos aguanta los párpados abiertos
- NO toques el ojo con el bote (si el ojo está infectado los microorganismos podrían contaminar el medicamento y el tratamiento no sería eficaz)
- Deja caer las gotas y una vez estén dentro el ojo sueltale la cabeza
Cómo poner pomada
- Lee las instrucciones
- Limpiale alrededor del ojo con una bolita de algodón humedecida en suero fisiológico
- Con cuidado tira del párpado inferior hacia abajo
- Aprieta y pon en el borde del párpado un grano de arroz de pomada. El tubo NO puede tocar el ojo (por lo que hemos comentado antes)
- Sueltale la cabeza y deja que parpadee
- Masajea los párpados (ambos, inferior y superior para que el medicamento se reparta)
IMPORTANTE: Haz el tratamiento al 100%, no lo abandones antes de terminar porque “ya está bien”, podría recaer. En algunos casos hay que ponerle bozal al perro.