El hurón (Mustela putorius furo) es un carnivoro de la familia de los Mustélidos. Es un excelente animal de compañía por su tamaño pequeño, su gestión sencilla, su carácter animado y curioso y por su capacidad de relacionarse bien con las personas.
Los hurones pueden convivir sin problemas con perros y gatos, mientras pueden tener una convivencia difícil con conejos, pequeños roedores y aves, ya que podrían fácilmente verlos como presas.
Gestión doméstica
La jaula del hurón debe de ser a prueba de escape, fuerte y que se pueda limpiar con facilidad. El material mejor es el acero y las dimensiones mínimas aconsejadas son de 1,5 m x 0,5 m x 0,5 m. Se pueden usar jaulas que se desarrollan en vertical, con varios pisos comunicados con túneles o rampas. En la jaula ha de ponerse una casita que sirva de “madriguera” y una caja para las necesidades. El fondo se puede tapar con trapos, toallas (mejor de puro algodón) o con sustrato de pellets de madera prensada o papel prensado.
Si la jaula está en exterior hay que posicionarla en un sitio fresco y sombrío, ya que los hurones si tienen reparo toleran bien el frío, pero son muy sensibles a las altas temperaturas y podrían sufrir golpes de calor. La temperatura ideal esta entre 15º y 21ºC.
La mayoría de los hurones se acostumbra a usar una cajita para sus necesidades, como hacen los gatos. Esto nos permite dejarlos libres por casa, sabiendo que aman esconderse en sitios muy estrechos y a veces inalcanzables. Antes de dejarlos libres es oportuno averiguar que en la habitación no haya escondites peligrosos para ellos, ya que tienen una actitud muy exploradora. Es muy importante no dejar a su alcance todo lo que puedan comer por error, como cables, goma y otros materiales que pueden constituir un cuerpo extraño y dar una obstrucción intestinal.
Durante el descanso es mejor encerrar al hurón en su jaula, para evitar que se esconda y aplastarlo sin darse cuenta. El hurón puede pasear al aire libre, pero siempre bajo control estricto para evitar que se escape o se enfrente a otros animales. Para mantenerlo bajo control se le pueden poner un arnés y una correa. El hurón no tolera bien la soledad y necesita interactuar a menudo con su dueño, jugar y transcurrir bastante tiempo fuera de la jaula. Por este motivo también se aconseja, si posible, tener dos hurones a la vez para que se hagan compañía.
Alimentación
El hurón es un carnívoro puro y necesita un alimento muy rico en proteínas animales de alta calidad especifico para hurones. Hay que preferir el alimento seco a la carne en latas, para evitar la formación de sarro. Los hurones suelen comer pocas cantidades de alimento varias veces al día, así que si el animal no tiene problemas de sobrepeso se le puede dejar el pienso a disposición.
Hay que evitar administrar alimentos dulces, leche, huesos, alimentos ricos en hidratos de carbono, pienso para perros o pienso de baja calidad. De vez en cuando se le puede dar un “premio”, como trocitos muy pequeños de fruta o verdura, carne hervida o pescado hervido, siempre en pequeñas cantidades.
El hurón debe tener siempre a su disposición agua fresca y limpia, mejor si de botella y por este motivo se aconseja un bebedero con bolita de metal.
Reproducción y castración
Los hurones llegan a la madurez sexual durante la primavera del año siguiente a su nacimiento, con mas o menos 6-8 meses de edad. La hembra es fértil desde marzo hasta septiembre y durante esta temporada tiene un visible aumento de tamaño de la vulva. La hurona permanece en celo hasta que se junte con el macho, o hasta el otoño, cuando termina la temporada reproductiva. Si el apareamiento no ha sido fértil, la hurona puede tener un falso embarazo que dura 40-42 días, asumiendo un comportamiento maternal con los dueños, con otros hurones o con juguetes que tratan como si fueran sus bebés.
El embarazo puede durar de 38 a 44 días y durante los últimos días es aconsejable que permanezca en su jaula para evitar que se esconda en sitios inaccesibles para dar a luz; se le debe proporcionar una casita y unos trapos para hacerse un nido y hay que poner la jaula en un sitio tranquilo y caliente. La hembra gestante debe ser alimentada con un pienso de alta calidad y ad libitum y hay que evitar que el macho u otros hurones se acerquen a los pequeños porque podrían desarrollar un comportamiento agresivo hacía ellos.
Los hurones suelen tener camadas de 5 a 13 pequeños, que nacen inmaduros, sin pelo y con ojos y orejas cerrados. Es muy raro que la madre tenga problemas de parto y durante la primera semana después deI nacimiento es aconsejable no tocar los cachorros y no molestar a la madre.
Los cachorros a las 3 semanas de vida pueden empezar a ser destetados y a comer comida solida, como carne en lata para gatitos. Se puede introducir el pienso a las 6 semanas de vida, ya que los dientes permanentes salen a los 50-74 días de edad.
La hembra vuelve a tener celo poco después de dejar de dar de mamar a los cachorros, a menos que ya no haya llegado el otoño. De todas manera es muy aconsejable efectuar la esterilización del macho y de la hembra, ya que el macho sin castrar puede ser más agresivo y tener un olor muy fuerte, mientras las hembras enteras que no se reproducen pueden tener una grave enfermedad, el hiperestrogenismo, provocada por el celo persistente. Para reducir el característico olor que emanan los hurones es indispensable efectuar la esterilización, mientras no hace falta quitar las glándulas anales.
Hiperestrogenismo
Si la hurona no se aparea, permanecerá en celo durante toda la temporada reproductiva, de marzo a septiembre. Esto provoca que los elevados niveles de estrogenos en la sangre produzcan graves efectos tóxicos sobre la médula ósea, tejido que produce las células de la sangre. Esta situación, si no se corrige, puede dar evidentes problemas de salud, que pueden llevar el animal a muerte.
La sintomatología comprende: mucosas pálidas, hemorragias, heces negras, debilidad y posibles infecciones bacterianas por una bajada de defensas inmunitarias. El animal puede llegar a fallecer en un par de meses. Para prevenir esta problemática es fundamental la esterilización.
Vacunas
Moquillo
El hurón es muy sensible al virus del moquillo canino, que tiene una mortalidad del 100%. La transmisión puede ser directa o indirecta y la temporada de incubación es de 1 a 3 semanas.
Los primeros síntomas son conjuntivitis, anorexia y presencia de moco en la nariz. Luego el animal desarrolla una fiebre alta (más que 40ºC) y después de 10-12 días aparecen lesiones características: enrojecimiento y costras en la piel del rostro, de la zona inguinal y de las almohadillas. Si supera esta fase aparecen lesiones cerebrales y diarrea, seguidas por coma y muerte. No existe ninguna cura.
Cada hurón tiene que estar vacunado contra el moquillo. Se efectúa una primera vacuna a las 6-8 semanas de vida y se repite a las tres semanas de la primera para volver a estimular la formación de anticuerpos. Hay que volver a vacunar al animal cuando cumpla un año de edad, y luego cada año durante toda su vida.
Rabia
Es bastante improbable que un hurón domestico pueda contraer la rabia, ya que se transmite a través del mordisco de otro animal infecto. De todo modo se aconseja vacunar al animal, ya que esta vacuna es indispensable para viajar y en algunas comunidades autónomas es obligatoria. La primera vacuna se efectúa a los tres meses de edad y se repite una vez al año durante toda la vida del animal.